El impuesto de circulación es uno de los gastos fijos que todo propietario de un vehículo debe pagar. Este impuesto, también conocido como el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), se encarga de financiar los gastos públicos en relación con la conservación y el uso de las carreteras, así como otras medidas relacionadas con la seguridad vial.
Cuánto cuesta el impuesto de circulación
El impuesto de circulación varía según la comunidad autónoma donde residas y el tipo de vehículo que tengas. En general, el precio oscila entre los 50 y los 300 euros al año, dependiendo de estas variables. Además, algunos municipios también pueden exigir el pago de una tasa adicional.
En Madrid, por ejemplo, el impuesto de circulación para un turismo diésel con una potencia de 16 caballos fiscales puede rondar los 70 euros anuales, mientras que en Barcelona el precio sería de unos 90 euros. En otros lugares, como en Valencia, este impuesto es totalmente gratuito para los vehículos eléctricos e híbridos.
Cómo se calcula el impuesto de circulación
Cada comunidad autónoma tiene su propia manera de calcular el impuesto de circulación, pero en general se basa en las características técnicas del vehículo, como su potencia, cilindrada y emisiones de CO2. Por lo tanto, cuanto más grande y potente sea tu vehículo, más caro será el impuesto.
Cómo ahorrar en el impuesto de circulación
Si quieres ahorrar en el impuesto de circulación, existen algunas medidas que pueden ayudarte. Por ejemplo, si tienes un vehículo eléctrico o híbrido, es probable que disfrutes de descuentos o incluso exenciones en este impuesto. Además, algunos ayuntamientos ofrecen bonificaciones para los propietarios de vehículos menos contaminantes.
Otra forma de ahorrar es reducir la potencia fiscal de tu vehículo. Para ello, puedes modificar su motor o simplemente buscar un coche más pequeño y eficiente. Asimismo, puedes considerar la opción de pagar el impuesto anualmente en lugar de fraccionarlo, ya que esto puede traducirse en un ahorro significativo.
Conclusión
El impuesto de circulación es un gasto fijo que todos los propietarios de vehículos deben tener en cuenta. Su precio varía según la comunidad autónoma y las características del vehículo, pero existen algunas medidas que pueden ayudarte a reducir el coste. Siempre es importante informarse bien sobre las opciones disponibles y elegir la mejor alternativa en función de tus necesidades y presupuesto.